Buscando la igualdad de oportunidades en materia de educación, una inversión en futuro
Un estudio elaborado por la ONG Save The Children en el año 2015, refleja datos preocupantes en relación a la tasa de abandono escolar entre los alumnos en España. Según este informe, en nuestro país, uno de cada tres niños vive en riesgo de pobreza o exclusión social, y las tasas de repetición, abandono, fracaso escolar y absentismo resultan alarmantes.
Los datos advierten de que uno de cada tres estudiantes a la edad de 15 años ha repetido al menos una vez curso; alrededor del 30% de los alumnos de secundaria no obtiene el graduado en ESO y la tasa de abandono escolar temprano (23,5%) casi duplica a la media europea (12%). El estudio también sugiere una estrecha relación entre el abandono escolar y la realidad familiar en el hogar de procedencia de los alumnos.
No es difícil adivinar la situación por la que pasa un niño con dificultades en el hogar a la hora de poner toda su atención en sus estudios y planificar su futuro académico y profesional. La situación muchas veces se torna insostenible, y el estudiante debe dejar a un lado sus estudios para prestar ayuda en casa, o pasar por las múltiples dificultades de sus progenitores para asumir el coste del material escolar e incluso la imposibilidad de estos a prestarle ayuda con los deberes.
En estos casos, el apoyo informativo, y el contar con una tutorización y ayuda por parte de profesionales especializados en pedagogía, puede revertir la situación de fracaso escolar. Es aquí donde entra en juego Cooperación Internacional, quien, atendiendo a los preocupantes datos de España, trabaja en poner su granito de arena en esta causa.
El Plan Social de Ence en Pontevedra, sensible a esta realidad, ha apoyado el proyecto de esta entidad, la cual ha ampliado su campo de acción a la capital de las Rías Baixas, tras obtener resultados en Santiago de Compostela, donde lleva años con iniciativas similares. Alberto Peña, Portavoz de Cooperación Internacional para este proyecto, afirma que este está dedicado a dar asistencia a familias en riesgo de exclusión social en su faceta educativa, y también a formar a los pequeños de familias emigradas, con un refuerzo de contexto social e integración.
El objetivo, según Alberto Peña, es “prestarles un apoyo diario, en la que nuestros voluntarios les dedican las tardes para prestarles ayuda con los deberes y facilitarles la mejora del rendimiento académico”. Pero, además de las actividades de estudio, los niños realizan distintos talleres en los que pueden desarrollar distintas capacidades y mejorar en su relación con los demás: baile, salidas culturales, manualidades, etc. Todo ello enfocado a potenciar su formación integral, inculcándoles valores como el esfuerzo, la constancia, el trabajo en equipo, o el apoyo al que lo necesita.
Esta iniciativa beneficiaria del Plan Social, también abarca el entorno de los alumnos, apoyando en todo momento a los progenitores y prestándoles asesoramiento en la búsqueda de empleo, así como planificando reuniones semanales para conocer sus inquietudes y las de sus hijos en múltiples cuestiones.
Para el Plan Social de Ence, participar en este proyecto supone estar comprometido con el futuro de los jóvenes a través de la educación desde la igualdad de oportunidades, favoreciendo la ilusión de los estudiantes por desarrollarse en lo académico y fomentando la motivación en su educación, que será la llave de su futuro.