
‘Plántale cara al dolor’: comprometidos con la mejora de la calidad de vida de las personas mayores en Pontevedra a través del Plan Social
En Galicia, una de las comunidades más envejecidas de Europa, el dolor crónico se ha convertido en una presencia constante, especialmente entre las personas mayores. Una realidad que muchos asumen como parte inevitable de envejecer, sin saber que existen alternativas.
Con el programa Plántale cara al dolor, la Liga Reumatolóxica Galega (LRG) quiere cambiar esa percepción. Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo del Plan Social de Ence Pontevedra, ofrece acompañamiento psicológico, herramientas prácticas y espacios de escucha para quienes sufren dolor sin respuestas.
Desde la entidad advierten que el edadismo, aún muy presente, alimenta esta resignación. “Muchas personas mayores creen que no pueden pedir ayuda, que su dolor es ‘lo normal’. Y cuando lo hacen, lo hacen con culpa, como si estorbaran”, explican Ana Isabel Vázquez, presidenta de la entidad, y José León, jefe de Proyectos Sociosanitarios.
El programa combina sesiones individuales y grupales centradas en técnicas como la terapia cognitivo-conductual, el mindfulness o el trabajo con el entorno familiar. Los representantes de la entidad aseguran que se encuentran con personas sin diagnóstico, que desconocen los recursos disponibles para mejor su calidad de vida. “Al principio sienten culpabilidad, luego sorpresa y, finalmente, esperanza”, destacan.
Más de 300 personas beneficiadas
Gracias al respaldo del Plan Social de Ence, la LRG ha podido reforzar su presencia en la provincia. “Este apoyo nos permite consolidar el equipo terapéutico y llegar a más personas con atención presencial”, comentan sobre este proyecto, en el cual se estima que participarán más de 300 personas mayores. “Ya estábamos aquí, pero ahora ampliamos nuestro alcance”, resumen.
La LRG nació hace casi 30 años para dar voz a pacientes con enfermedades reumáticas entonces invisibles. Hoy, además de luchar contra el estigma, trabaja por empoderar a las personas mayores para que vivan con autonomía. “El objetivo no es solo aliviar el dolor, es transformar la manera de enfrentarlo”, reivindica desde la entidad.
Y es que su mensaje es claro: envejecer no debe significar resignarse al dolor. Por eso, la entidad seguirá trabajando para que ninguna persona mayor afronte el dolor en soledad, y para que la sociedad deje de considerarlo un peaje inevitable del paso del tiempo.