“Nuestro fin es conseguir una mejora total del sistema de atención a nuestros afiliados y afianzar la comercialización de sus productos”
Allá por 1924 nacía en la Ría de Pontevedra la Cofradía de Pescadores de San Martiño de Bueu. Eran unos/as pocos/as los/as que se unían para constituir esta institución que tiene, desde sus inicios, el fin de “representar y defender los intereses profesionales y sociales de los/as pescadores/as y mariscadores/as” del puerto buenense, afirman desde la Cofradía.
En este sentido, la agrupación ha desarrollado dos perspectivas desde su fundación. Por un lado, una social, en la que busca dar a conocer y defender el oficio del mar. Por otro, una visión comercial que tiene como fin asegurar y mejorar el proceso de comercialización del producto marítimo, una labor que, según indican desde la Cofradía, “de una manera directa incidirá en el bienestar económico y social de los/as pescadores/as”.
Para realizar ambas tareas, surgen con el tiempo necesidades, tanto materiales como humanas, que necesitan ser cubiertas. “Si queremos mejorar la comercialización tenemos que adaptarnos a nuevos retos y realidades”, señalan. Por ello, en el año de su centenario, la Cofradía decidió presentar su proyecto de mejora al Plan Social Ence Pontevedra.
Elaboraron una iniciativa que pretende “potenciar la calidad de vida de los/as pescadores/as mejorando la comercialización de sus productos”, indican, a través de la renovación de algunos equipos, contando con los/as propios/as trabajadores/as en el proceso y “desde el punto de vista de la responsabilidad con la sostenibilidad de los recursos”, apuntan.
Así fue como lograron obtener la ayuda de la iniciativa y pudieron empezar a jubilar algunos equipos, a la par que implementaban otros nuevo.: “Los primeros pasos que hemos dado son la mejora del sistema de suministro de agua al centro de estabulación y la adquisición de ropa de trabajo para los empleados de la lonja”, destacan. Pero las mejoras no acaban ahí. Y es que en su afán de mejorar esa comercialización y ofrecer un servicio más eficiente, invirtieron en la implementación de una clasificadora del pulpo, una idea que salió tras un viaje a Italia. “Surgió de una visita que hicimos con la Consellería del Mar a Italia, donde visitamos una comercializadora de jamones y vimos las posibilidades de clasificación para la venta del pulpo”, explican.
Gracias a la ayuda del Plan Social, desde la Cofradía se muestran seguros de que “todas estas mejoras repercutirán muy positivamente en los/as pescadores/as”, al igual que admiten que hay aún muchas mejoras por realizar. “Nuestro fin es conseguir una mejora total del sistema de atención a nuestros afiliados y afianzar la comercialización de sus productos. Y que esto suponga un hito para las nuevas generaciones y pueda servir de modelo para otras entidades”, explican.
Agradecen, asimismo, la ayuda que presta el Plan Social, ya que admiten que sin ella las Cofradías no podrían avanzar en materia de eficiencia y sostenibilidad. “Ser beneficiarios nos ayuda muchísimo, porque podemos acometer mejoras, obras y servicios que no se pueden cubrir con las líneas de ayudas públicas que se encuentran en vigor”, resumen.