Asociación Alborada y Ence, unidos para impulsar vidas
La Asociación Ciudadana de Lucha contra la Droga Alborada surgió en el contexto de la acuñada “generación perdida”. Los años ochenta tuvieron un resultado devastador para muchos jóvenes del noroeste peninsular, que vieron su futuro y aspiraciones truncadas por adicciones que destrozaban vidas.
Por ello, en 1982, “fruto de la iniciativa de una serie de ciudadanos que estábamos tremendamente preocupados por lo que estaba pasando en aquella época entre la juventud”, surgió la asociación, señala Jesús Cancelo, director gerente de la misma, al tiempo que describe aquellos años. “Comenzaban los consumos de heroína, las muertes por sobredosis, la delincuencia vinculada a la droga… Y en aquel momento no había ninguna respuesta de las administraciones públicas”.
O miraban hacia un lado, o se ponían manos a la obra; no había más opciones. Escogieron la segunda, pidieron subvenciones a diversas entidades y fundaron, en Tomiño, la ‘Comunidad Terapéutica Alborada’, un centro dedicado a tratar las adicciones y conductas conflictivas de los adolescentes.
Cuando comenzaron su andadura aún no existía el Plan Social Ence Pontevedra pero, desde su puesta en marcha, la Asociación ha estado presente en varias de sus ediciones. También en esta última convocatoria, en la que han logrado una ayuda que les facilita la atención a las 1.800 personas a las que prestan servicio, así como a los “60 profesionales del ámbito de la medicina, psiquiatría, psicología, orientación social, trabajo social, enfermería, etcétera” que componen el equipo, explica su director.
Ahora, en una finca de unos 5.000 metros cuadrados situada en Cotogrande (Vigo), la Asociación lleva 12 años desarrollando su programa ‘Verdear’, que tiene el objetivo de impulsar la inserción social de estas personas a través de la enseñanza de técnicas de trabajo en el medio rural.
A lo largo de los años de este programa, han logrado ayudar a 250 personas, pero con esta convocatoria del Plan Social han querido ir más allá y diseñar el programa ‘Restaura’. Esta iniciativa persigue atender a personas de los ayuntamientos de Pontevedra, Poio y Marín y ofrecerles “formación, integración social y la dotación de todas las necesidades básicas que se puedan cubrir y, en el mejor de los casos, que logren empleo”, afirman desde Alborada.
La herramienta clave del cambio para la asociación es inculcarles “unas rutinas saludables, con las que ordenar, organizar y estructurar mejor su tiempo”. Para ello, todo comienza por la mañana cuando un autobús los recoge y los transporta hasta la finca de Cotogrande. Una vez allí, «pueden desayunar, tienen unas tareas ocupacionales de campo, de monte o de mantenimiento a lo largo del día, y también de cocina». Con ello, logran que los participantes vayan logrando tener un horario vital, al tiempo que se forman el silvicultura y agricultura ecológica.
Por si fuera poco, y para dar un impulso a esa integración que quieren lograr, desde la asociación abren estas actividades a toda la población. «Una persona que quiera aprender a trabajar en el campo, puede llamar y venir un par de días a la semana a aprender con los chavales», afirman. Con esto, se logra que las personas del programa interactúen con otros ciudadanos y que «no se queden de forma pasiva, en un gueto», alegan desde Alborada, al tiempo que también se visibiliza y humaniza a estas personas.
Durante todo el recorrido, Alborada ha logrado ayudar a muchas personas a abandonar la drogodependencia y la ayuda de Ence ha sido esencial para lograrlo, corroboran desde la Asociación. Por ello, agradecen el apoyo de la institución y confían en que pueda seguir ayudándoles a impulsar vidas.